“Para la persona encerrada en la campana de cristal, vacía y detenida como un bebé muerto, el mundo mismo es la pesadilla.”
“Me sentía muy tranquila y muy vacía, como debe de sentirse el ojo de un tornado que se mueve con ruido sordo en medio del estrépito circundante.”
“Si uno hace algo incorrecto en la mesa con cierta arrogancia, como si supiera perfectamente que está haciendo lo que corresponde, puede salir del paso y nadie pensará que es grosero o que ha recibido una pobre educación. Pensarán que uno es original y muy ocurrente.”
“Sabía cómo se sentía: aquellas náuseas en su estómago que se extendían como el cáncer, la rabia, la impotencia y la necesidad de acurrucarse en privado y buscar la fuerza para volver a meter los recuerdos en aquel agujero profundo y oscuro donde seguían viviendo.”
“Me sentía sabia y cínica como el infierno.”
“No hay nadie en el mundo que atienda mejor que la pobretería en España el arte de no hacer nada y de vivir de nada; el clima del país contribuye con la mitad , el temperamento de las gentes aporta la otra mitad. Dad, en efecto, a un español la sombra en verano, el sol en invierno, un trozo de pan, ajos, aceite, garbanzos, una vieja capa y una guitarra, aunque no sea propia, los sones de la guitarra, ¡y que ruede el mundo como quiera! Hablarle de estreches! Para él no hay desgracia; la soportan sus hombros sin encogerse, lo mismo que cuando cuelga de ellos la raída capa. El español es siempre un hidalgo, aun en hambre y en harapos.”
“Yo lo recordaba todo. (...)Quizá el olvido, como una bondadosa nieve, los entumeciera y los cubriera.Pero eran parte de mí. Eran m paisaje.”