“No repases tanto, Lobsang, que así se te atasca la memoria. Tienes que estar absolutamente tranquilo, como lo estás ahora, y verás cómo te brota el conocimiento”
“Así que ahora tienes amigas... Y un corazón que se ha vuelto protector! —Siempre lo ha sido. Pero ahora hay más personas en él que se te han unido;no es que te hayan reemplazado.”
“Te quiero. Ahora mismo. Si dices que sí, me gustaría besarte. Te besaría hasta que ambos nos olvidáramos que los labios se hicieron para otra cosa que besar. Te quitaría ese traje, tan lindo como es. Quiero ver cómo te ves sin nada encima. Quiero hacerte suspirar como lo hiciste con el pastel. Quiero estar contigo. Ahora mismo.”
“-¿Pero cómo se te ocurrió cantar?- le pregunté.-Qué otra cosa se me iba a ocurrir si me habías tenido toda la tarde con el estribillo ese del verde que brota del mar, y la boquita de sangre marchita que tiene el coral. Me dormí repitiéndola y de tanto decirla ya no sabía si las borrachas eran las ojeras o las palmeras.”
“- ¿Cómo sabe una si está realmente enamorada de un hombre?- Eso es fácil. Sólo querés estar con él, sentir su presencia, mirarlo, olerlo. Querés que te toque y tocarlo. Cuando lo ves aparecer, te emocionás tanto que te duele la boca del estómago. Pensás en ese hombre día y noche. Te dormís pensando en él y te levantás pensando en él.”
“Son como palabras elementales que me obsesionan por las noches, y con ellas construyo frases. Pero la verdad está en las palabras elementales: la ciudad, la libertad, los amigos, el aire. Todo eso la vida nos lo da y no tiene valor... ¿Cómo te lo diría? Es igual que unas monedas en nuestras manos. Y un día te das cuenta de que has perdido esas monedas y ya no las vas a recuperar. Nadie te las dará de limosnas.”