“—¿Seguro que te encuentras bien, putita? —insistió el pesado de Adrián.—Hoy estás demasiado atento conmigo.—Bueno, te has reencontrado después de tanto tiempo con tu ex...—¡No es mi ex! Al contrario que tú y tu hada oscura lo nuestro apenas duró una semana, no merece llamarse mi “ex”.—Siete efímeros, pero intensos días... Ya nos conocemos muy bien la historia —se burló el Joker—. Después quedasteis en reuniros otros tres días después, pero él nunca apareció. En lugar de eso se había ido con la reina Ellette...—Suena tan patético, ¿verdad?[...]—Bueno, a ti al menos te dejo por su reina. Es más patético lo de nuestro querido Adrián.—Muchas gracias, al menos a mí no me encerraron en una carta.(Joker, Maddie y Adrián)”
“—¡Niños, ya está todo listo! —nos llamó de pronto el Joker. Por primera vez me alegré de verle de vuelta—. ¡Oh, pero si es mi querido Adrián! Qué sexy te queda esa camisa tan pegada al cuerpo, tan mojado…Todos enarcamos una ceja.(Joker a Adri)”
“Es una ilusión ingenua creer que nuestra imagen no es más que una apariencia tras la cual está escondido nuestro yo como la única esencia verdadera, independientemente de los ojos del mundo. Los imagólogos han descubierto con cínico radicalismo que es precisamente todo lo contrario: nuestro yo es una mera apariencia, inaprehensible, nebulosa, mientras que la única realidad, demasiado aprehensible y descriptible, es nuestra imagen a los ojos de los demás. Y lo peor es que no eres su dueño. Primero intentas dibujarla tú mismo, después quieres al menos influir en ella y controlarla, pero en vano: basta con una frase malintencionada y te conviertes para siempre en una caricatura tristemente simple.”
“—Bien. Ha sido una clase muy productiva, profesora —Cahal hizo una reverencia.—¿Seguro? ¿Has entendido algo de lo que te he dicho o te has quedado encallado en el momento de «Buenos días, la clase de hoy va de portales»? —preguntó provocándolo.—¿De verdad ha habido clase? Pero si eres rubia… No has salido más allá del portal de tu casa —replicó con malicia y cara de asombro—. Además, te estaba mirando el culo todo el rato —contestó Cahal con una sonrisa fría.”
“Los buenos libros se parecen en que son más ciertos que si hubiesen sucedido de verdad y en que, cuando terminas de leerlos, sientes que todo te sucedió y después, que todo te pertenece: lo bueno y lo malo, el éxtasis, el remordimiento y el dolor, la gente y los lugares y cómo estaba el tiempo.”
“No estoy diciendo que esto va a compensarte por ello. Voy a intentar, intentar realmente, para hacerte confiar en mí otra vez. Quiero que confíes en mí. Es que... no pude dormir anoche sin ti. Fue la cosa más extraña estar solo en el cuarto sin ti. No podía oír tu respiración, y tu risa se había ido. Te habías ido, y fue como si una parte de mi vida hubiera desaparecido. Una gran parte. Tropecé al ir al baño y me golpeé la cabeza. ¿Ves? —Señaló una preciosa herida en su frente—. Y luego me quemé la mano en el horno tostador. Después mi coche no arrancó. De nuevo. Nunca he tenido tanta mala suerte en mi vida.”