“—Todos tenemos nuestros secretos —aseguró Silvana mientras se encogía ligeramente de hombros—. Todos absolutamente todos. Lo que sucede es que los de algunas personas son más escalofriantes de lo que puedan imaginar los demás.”
“Todo lo que sé lo he aprendido de los demás.”
“Todo buen matrimonio es un territorio secreto, un espacio necesariamente en blanco en el mapa de la sociedad. Lo que los demás no saben de él es lo que lo hace tuyo.”
“No hay más que dos clases de personas verdaderamente fascinadoras: las que lo saben absolutamente todo y las que no saben absolutamente nada.”
“Somos todo lo que nos queda. Tenemos que ser capaces de seguir unidos, pase lo que pase. Si no nos tenemos los unos a los otros, no tenemos nada.”
“Todos los secretos están guardados en un mismo cajón, el cajón de los secretos, y si develas uno, corres el riesgo de que pase lo mismo con los demás.”