“No publiques con facilidad lo que pienses, ni ejecutes cosa no bien premeditada primero. Debe ser afable; pero no vulgar en el trato. Une a tu alma con vínculos de acero aquellos amigos que adoptaste después de examinada su conducta; pero no acaricies con mano pródiga a los que acaban de salir del cascarón y aún están sin plumas. Huye siempre de mezclarte en disputas, pero no una vez metido en ellas, obra de manera que tu contrario huya de ti. Presta el oído a todos, y pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión. Sea tu vestido tan costoso cuanto tus facultades lo permitan, pero no afectado en su hechura; rico, no extravagante: por que el traje dice por lo común quién es el sujeto...”
“Llévate mi bendición y graba en tu memoria estos principios: no le prestes lengua al pensamiento, ni lo pongas por obra si es impropio. Sé sociable, pero no con todos. Al amigo que te pruebe su amistad sujétalo al alma con aros de acero, pero no embotes tu mano agasajando al primer conocido que te llegue. Guárdate de riñas, pero, si peleas, haz que tu adversario se guarde de ti. A todos presta oídos; tu voz, a pocos. Escucha el juicio de todos, y guárdate el tuyo. Viste cuan fino permita tu bolsa, mas no estrafalario; elegante, no chillón, pues el traje suele revelar al hombre, y los franceses de rango y calidad son de suma distinción a este respecto. Ni tomes ni des prestado, pues dando se suele perder préstamo y amigo, y tomando se vicia la buena economía. Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo...”
“Y eso es lo que lo hace tan perfecto: tus ojos. Tu alma esta ahí pero el resto de ti permanece indefinido esa es la belleza de la infancia. Los ojos muestran todo lo que has visto hasta el momento pero el resto de ti sigue abierto a diversas posibilidades todavia no se sabe en que te convertiras”
“Cuando lo oscuridad se desliza y se traga la luz, entierra tus miedos e nla Noche de los Lamentos porque, en la shoras más negras del invierno los Voradores celebran su festín. Nadie podrá ver la vida que robarón; tu cuerpo sigue aquí, pero tu alma ya no...""Merodean en el frío y la oscuridadHambrientos y traviesosEsperan su oportunidad para devorara los débiles en la Nochde los LamentosEs entonces cuando los voradores emprenden su festín con los miedos. Tus miedos. Y roban tu alma,Pero tu cuerpo permanece...y nadie nota la diferencia""Los Voradores nos rodeanUsan nuestros nombres y caras, pero no son nosotros. Lo más peligroso es cuando nos dicen: "No hay nada de que asustarse..." En realidad, es mucho lo que viene por temer""Una vez que se ha ido, no hay regreso. Una vez dentro, no hay salida. En lo oscuro permanecerá, perdido por siempre, entre el miedo y la duda""Su miedo te ha devorado, él se quedará aquí para siempre”
“No le fue fácil meter en la maleta el dia en que hicieron su primera cumunión las tres juntas.La vela, el libro y la foto afuera de la iglesia cupieron muy bien, pero no así el sabor de los tamales y del atole que nacha les había preparado y que habían comido después en compañia de sus amigos y familiares. Cupieron los huesitos de chabacano de colores, pero no así las risas cuando jugaban con ellos en el patio de la escuela, ni la maestra Jovita, ni el columpio, ni el olor de su recámara, ni el del chocolate recién batido. Lo bueno es que tampoco cupieron las palizas, los regaños de Mamá Elena, pues Tita cerró muy fuerte la maleta antes de que se fueran a colar.”
“Las dos nos quedamos ahí paradas en la acera, con las manos a nuestros lados, sin saber qué decir. Oigo el aullido de los niños vecinos en los aspersores. Pienso en mí y Melanie cuando éramos más jóvenes, en la plataforma de clavado en la piscina en México. Siempre nos tomábamos de la mano mientras saltábamos, pero en el momento en que nadábamos de vuelta a la superficie, nos habíamos soltado. No importa cuánto tratábamos, una vez que empezábamos a nadar, siempre nos soltábamos. Pero después de que llegábamos a la superficie, nos gustaba salir de la piscina, trepábamos las escaleras de la plataforma, nos agarrábamos las manos, y lo hacíamos de nuevo.Estamos nadando separadas ahora. Lo entiendo. Tal vez es lo que tienes que hacer para mantenerte flotando. ¿Pero quién sabe? Tal vez un día, salgamos, agarremos nuestras manos y saltemos de nuevo.”