“Justo castigoEspero que me llames alguna vez.-¿Llamarte? Me iría a casa contigo ahora mismo.-Vaya, estupendo -comentó con coquetería-.No creí que yo te hubiese impresionado tanto.”
“Te quiero. Ahora mismo. Si dices que sí, me gustaría besarte. Te besaría hasta que ambos nos olvidáramos que los labios se hicieron para otra cosa que besar. Te quitaría ese traje, tan lindo como es. Quiero ver cómo te ves sin nada encima. Quiero hacerte suspirar como lo hiciste con el pastel. Quiero estar contigo. Ahora mismo.”
“Siempre dije que mi mente era mi peor enemiga... que nadie podría hacerme más daño del que podría hacerme yo misma. Pero creí morir cada vez que alguna de las personas que amaba me abandonaba.”
“—Sabía que eras especial desde el primer momento que te vi —me dice.—A mí me pasó lo mismo contigo.”
“Y ahora, en serio: ¿te sorprende que no me diera cuenta antes? ¿Te sorprende que me llevara tanto tiempo pensar en esa palabra? Muerte. Morirse. Muerta. ¿Crees que fui tonta? ¿Ingenua? Trata de no prejuzgarme. Recuerda que tú y yo somos iguales. Yo también creía que mi vida iba a durar eternamente.”
“Yo había pensado que no tenia una casa. Pero justo ahí, justo en ese momento, me di cuenta de que estaba equivocada. Hogar no era una casa, o un pueblo en un mapa. Era donde sea que estuviera la gente que amas, donde sea que estén juntos.No un lugar, sino un momento, y luego otro, construyéndose uno sobre otro como ladrillos para construir un sólido refugio que te gustaría conservar por el resto de tu vida, sin importar a donde vayas.”