“Justo castigoMe pregunté qué medio elegiría exactamente el Destino para cobrarse su inevitable tributo. ¿Me quedaría ciego? ¿O acabaría parapléjico? ¿Qué horrible prenda tendría Harold Cohen para pagar, para que el cosmos pudiese proseguir su armoniosa trayectoria? Pero todo eso vendría más adelante.”
“Uno no tiene por qué pedir disculpas si quiere ser el dueño de su propia alma... para bien o para mal. Cuando ya todo se ha dicho y hecho, es todo cuanto queda.”
“Yo creo que ser de clase media en un país con más de 50 millones de pobres es ser privilegiado. Y los privilegiados tienen la obligación de regresar algo al país que les ha permitido obtener esa posición. Porque, ¿para qué sirve la experiencia, el conocimiento, el talento, si no se usa para hacer de México un lugar más justo? ¿Para qué sirve el ascenso social si hay que pararse sobre las espaldas de otros para conseguirlo? ¿Para qué sirve la educación si no se ayuda a los demás a obtenerla? ¿Para qué sirve la riqueza si hay que erigir cercas electrificadas acada vez más altas para defenderla? ¿Para qué sirve ser habitante de un país si no se asume la responsabilidad compartida de asegurar vidas dignas allí?”
“Lo cotidiano, lo ordinario, lo mundano es lo que mantiene el motor en marcha. Qué extraordinario es lo ordinario en realidad, una herramienta que todos usamos para seguir adelante, una pauta para la cordura.”
“―Por ti, el mundo cobra un sentido para mí que no tenia antes. Ahora ocupo un lugar, contigo. De pronto comprendí por qué había trabajado tan duro, por qué había tenido un éxito tan enorme siendo tan joven. Había luchado para buscar su lugar en el mundo, para ser algo mas que un intruso.”
“Para qué sirve el arrepentimiento si eso no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor es sencillamente cambiar”