“Muerte (Una comedia)KLEINMAN: ¿Vas... vas a matarme?MANIACO: Naturalmente. Es mi especialidad.KLEINMAN: Estás... estás loco.MANIACO: Claro que estoy loco. ¿Crees que una persona cuerta andaría por ahí matando gente? Y no robo a nadie. Es la verdad. Jamás me he llevado un centavo de una sola víctima. Ni si quiera un peine de bolsillo.KLEINMAN: ¿Por qué lo haces entonces?MANIACO: ¿Por qué? Porque, estoy loco.KLEINMAN: Pero pareces una persona normal.MANIACO: No te fíes de la apariencia física. Soy un maniaco.KLEINMAN: Ya, pero yo me esperaba una silueta alta, negra, amenazadora...MANIACO: Esto no es una película, Kleinman. Soy un hombre como tú. ¿Qué quieres que tenga, colmillos?”
“La química del cerebro es como una receta de la Sra. Bobot, nunca sabes como va a terminar. Añades un poco de esto y tienes una persona que puede ver auras. Quita un poco de eso y tienes una persona que está tan deprimida, que no puede hablar ni moverse. Espolvoreas con otra cosa y tienes una persona que está enamorada de por vida.”
“Muerte (Una comedia)Tienen que comprender que yo no puedo competir con un asesino demente. Un maniaco tiene la fuerza de diez hombres y yo tengo la fuerza de medio...A menos que me estén utilizando como señuelo”
“Muerte (Una comedia)KLEINMAN: ¡Oh, no, no pienso quedarme aquí solo! ¡Estás de broma! ¡Hay un loco suelto por ahí! ¡Yo no me entiendo bien con los locos! Soy un individuo muy lógico.AL: El plan no permite que estemos juntos.KLEINMAN: Mira, no hagamos de esto un idilio. No tenemos que estar juntos nosotros. Con doce hombres fuertes cualesquiera me conformo.”
“Busco la perfección. Por eso es tan difícil. –¿Un amor perfecto? –¡No! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo.Vuelves jadeando y me lo ofreces. «Toma, Midori. Tu pastel de fresa», me dices. Y te suelto:«¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!». Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero.–No creo que eso sea el amor -le dije con semblante atónito.–Sí tiene que ver. Pero tú no lo sabes -replicó Midori-. Para las chicas, a veces esto tiene una gran importancia. –¿Arrojar pasteles de fresa por la ventana?–Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: «Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido, un insensible. Iré a comprarte otra cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?». –¿Y qué sucedería a continuación?–Pues que yo a una persona que hiciera esto por mí la querría mucho.”
“Si lo que tú has encontrado está formado por materia pura, jamás se pudrirá. Y tú podrás volver un día. Si fue sólo un momento de luz, como la explosión de una estrella, entonces no encontrarás nada cuando regreses. Pero habrás visto una explosión de luz. Y esto solo ya habrá valido la pena.”