“Para acabar con la tradición judaicaLeyendas hasídicas según la interpretación de un distinguido eruditoEl hombre no debe ser el promotor de su propia infelicidad; en realidad, el sufrimiento es fruto de la voluntad de Dios, aunque jamás alcance a comprender por qué Él disfruta tanto con ello”
“El hombre no debe ser el promotor de su propia infelicidad; en realidad, el sufrimiento es fruto de la voluntad de Dios, aunque jamás alcance a comprender por qué Él disfruta tanto con ello”
“Aunque él la amase con toda la fuerza de su mezquino ser, no la amaría tanto en ochenta años como yo en un día”
“El hombre no conoce la dignidad de la desesperación definitiva sino es con el indigno motivo de haber de morir; con sus juguetes de la ciencia, del arte, del progreso (la más estúpida de sus ideas), de la reforma social, que le parecen tan graves y que adula y realza utilizando el contraste con la frivolidad de las preocupaciones femeninas puestas en el bello vestir, lo que solamente pide él es no morir nunca. Es un entretenido y un longevista y por lo tanto un ente sin pasión.”
“A pesar de todo, el hombre tiene tanto apego a lo que existe, que prefiere finalmente soportar su imperfección y el dolor que causa su fealdad, antes que aniquilar la fantasmagoría con un acto de propia voluntad.”
“Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Manchado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detrimentos y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo. […] El "hijo de la chingada" es el engendro de la violación, del rapto o la burla. SI se compara esta expresión con la española, "hijo de puta", se advierte inmediatamente la diferencia. Para el español la deshonra consiste en ser hijo de una mujer que voluntariamente se entrega, una prostituta; para el mexicano, es ser fruto de una violación.”