“–¿Por qué? ¿Y por qué no tenemos plumaje ni alas, sino solamente omoplatos, las bases para las alas? Porque ya no necesitamos alas: porque tenemos aviones y las alas solamente nos estorbarían.”
“¿Qué significaba esto? ¡Qué forma tan extraña de proceder conmigo, como si yo fuese el más insignificante de los seres! «Tal vez todos los de la Casa Antigua no sean más que de mi imaginación mientras escribo – estuve pensando -, pues yo soy el que les ha dado la vida al permitirles anidar en esta faceta donde antes solamente había unos desiertos blancos y rectangulares de papel. Si no estuviera yo, todos aquellos que andan a través de los cauces estrechos de mis líneas, jamás serían conocidos por nadie».Desde luego, nada de todo esto le dije a la vieja, pues sé por experiencia que para un ser humano es la mayor de las afrentas el poner en duda su propia realidad, el dudar de su realidad tridimensional.”
“Dicen que hay unas flores que sólo se abren y florecen cada cien años. Y ¿por qué no han de haber otras que florezcan una vez cada mil e incluso cada diez mil años? Quizá no lo hayamos sabido por la simple razón de que este «una vez cada mil años» acontece precisamente hoy.”
“A quién le puedo preguntarQué vine a hacer en este mundo?Por qué me muevo sin querer, Por qué no puedo estar inmóvil?Por qué voy rodando sin ruedas,Volando sin alas ni plumas?Y qué me dio por trasmigrarSi viven en Chile mis huesos?”
“¿Y cómo se supone que voy a Berlín? ¿Saco las alas y voy volando?”
“Y sin él, yo no entendía para qué me despertaba por las mañanas.”
“Estas cosas si las pensás, no las hacés, y si las hacés, ¿Ya para qué pensás?”