“El intelecto, lejos de ser un valor cultural inofensivo, me había sido otorgado únicamente como un arma, un medio de supervivencia. Así, las disciplinas físicas que más adelanteserían tan necesarias para mi supervivencia se podían comparar en cierto sentido al modo en que una persona para quien el cuerpo ha sido el único medio de vida se embarca en un frenético intento de adquirir una educación intelectual cuando su juventud está en el lecho de muerte.”
“Con el uso que cada uno da al lenguaje quedan retratados el político, el deportista, el actor, el vendedor de lavadoras. Adivinamos si tras las palabras se halla una persona cultivada, un gañán, una víctima de la sociedad, un aburrido, un ególatra, un brillante conversador, una persona inteligente o alguien que no ha sido acostumbrado a razonar, un candidato interesante para el empleo que ofrecemos —incluso el presidente de Gobierno— o alguien en quien jamás se habrá de confiar...”
“El Pelos, cuando le preguntaron en clase de Física por las tres reglas de conducta en caso de detonación nuclear, contestó:- Primero: mirar, porque un espectáculo así sólo se ve una vez en la vida. Segundo: tumbarme y reptar hasta el cementerio más próximo, y tercero y principal: hacerlo despacio, para que no cunda el pánico.Le cascaron un cuatro, pero no le impusieron una contribución al debate.”
“El soberbio cree que se basta a sí mismo, cree que su valor, su precio en el mercado, proviene del dominio de una habilidad, de una profesión o de un conjunto de facultades.El soberbio semeja al periodista que piensa que es su aptitud para encontrar y referir noticias lo que le hace periodista y no el medio en que trabaja, y piensa que una noticia escrita por él en un periódico de un pueblo vale tanto como esa noticia escrita por otro periodista menos hábil en un periódico de difusión nacional. Semeja al biólogo y al pintor que piensan que es su inteligencia y su habilidad para el dibujo lo que les hace buenos y que son buenos al margen de sus laboratorios, sus galeristas, su momento histórico, sus relaciones sociales. Edmundo había aprendido que las relaciones se miden por metros de garaje con telares abandonados, como también sabía que la inteligencia, el arte o la competencia profesional no era un pájaro, no venían a posarse sobre los individuos para que al fin en un laboratiorio médico contratasen precisamente al individuo que tenía el pájaro de ser competente, útil, imaginativo. No le necesitaban a él sino a uno como él, y sería lo mismo en Décima como fue lo mismo en Matesa o con Jimena, o en el laboratiorio, o en la Universidad de Navarra. No a él sino a uno como él, a uno que rellenara el hueco, que cumpliera la función.”
“La destrucción voluntaria de una jirafa africana o de un kagú de Nueva Caledonia, en la medida en que compromete la supervivencia misma de tales especies, es el plano filosófico y científico, quizás tan grave como el asesinato de un hombre y tan irreparabale como la laceración de un cuadro de Rafael. Acaba para siempre con un fragmento del pasado. Roger Hein.”
“Tal vez el sentido de la vida para una mujer consiste únicamente en ser descubierta así, mirada de manera que ella misma se sienta irradiante de luz.”