“Y todavía los que no murieron bajo las chozas ni se rajaron los huesos bajo los árboles ni se desangraron bajo las cuevas, ciegos de miedo y de ira acabaron despedazándose entre sí. Los pocos que no sufrieron quebranto, como recuerdo de la simpleza de sus corazones, se transformaron en monos.”
“Por no haber sabido hablar conforme a lo ordenado, tendréis distinto modo de vivir y diversa comida. No viviréis ya en comunión plácida; cada cual huirá de su semejante, temeroso de su inquina y de su hambre, y buscará lugar que oculte su torpeza y su miedo.”
“Tú, pájaro, vivirás en los árboles y volarás por los aires, alcanzarás la región de las nubes, rozarás la transparencia del cielo y no tendrás miedo de caer.”
“Pensaron cómo harían brotar la luz, la cual recibiría alimento de eternidad. La luz se hizo entonces en el seno de lo increado. Contemplaron así la naturaleza original de la vida que está en la entraña de lo desconocido.”
“En el silencio de las tinieblas vivían los dioses que se dicen: Tepeu, Gucumatz y Hurakán, cuyos nombres guardan los secretos de la creación, de la existencia y de la muerte, de la tierra y de los seres que la habitan.”
“Sólo se sentía la tranquilidad sorda de las aguas, las cuales parecía que se despeñaban en el abismo.”
“Encima de las llanuras el espacio yacía inmóvil; en tanto que, sobre el caos, descansaba la inmensidad del mar.”