“No se vive más o menos largamente feliz. Se es feliz. Punto final. Y la muerte no impide nada -es un accidente de la felicidad en este caso.”
“Cada vez que pienso en este camino de dolor y de alegría dentro de mí, sé bien, y con que arrebato, que la partida que juego es la más seria, la más exaltadora de todas.”
“Lo que es preciso subrayar es el aspecto frívolo de la población y de la vida. Pero se pasan los días fácilmente en cuanto se adquieren hábitos, y puesto que nuestra ciudad favorece justamente los hábitos, puede decirse que todo va bien.”
“Sin duda, nada es más natural hoy día que ver a las gentes trabajar de la mañana a la noche y en seguida elegir, entre el café, el juego y la charla, el modo de perder el tiempo que les queda por vivir.”
“...y cuando una está feliz o presiente que la felicidad está cerca, pues se mira en los espejos sin ninguna reserva, es más, cuando una está feliz o se siente predestinada a la experiencia de la felicidad, tiene a bajar las defensas y a aceptar los espejos”
“Créeme, no hay gran dolor, grandes arrepentimientos, grandes recuerdos. Todo se olvida, incluso los grandes amores. Esto es lo que existe a la vez triste y exaltador en la vida. Hay solo cierta manera de ver las cosas, que surge de vez en cuando. Por esto es bueno a pesar de todo haber tenido un gran amor, una pasión desgraciada en su vida. Esto constituye por lo menos una coartada para las desesperaciones sin razón que nos agobian.”
“Pregunta: ¿qué hacer para no perder el tiempo?Respuesta: sentirlo en toda su lentitud. Medios: pasarse los días en la antesala de un dentista en una silla inconfortable; vivir el domingo en el balcón, por la tarde; oír conferencias en una lengua que no se conoce; escoger los itinerarios del tren más largos y menos cómodos y viajar de pie, naturalmente; hacer la cola en las taquillas de los espectáculos, sin perder su puesto, etc., etc...”