“Un sueño a pleno día. Jamás escribiré nada que valga la centésima parte. Ojalá pecase de inmodesto, pero no es el caso. El sexteto del Atlas de las nubes engloba mi vida, es mi vida, ahora soy un cohete consumido; pero al menos he sido un cohete.”
“Tumbado en el fondo de la canoa, veía balancearse las nubes. Las almas surcan las eras como las nubes los cielos, y aunque las nubes cambien continuamente de forma, color y tamaño, una nube siempre es una nube, y un alma siempre es un alma. ¿Quién sabe de dónde vienen las nubes y dónde estará el alma mañana? Sólo lo sabe Sonmi: el este y el oeste, la brújula y el atlas, sí señor, el atlas de las nubes.”
“¡Y cuando exhales el último suspiro, sólo entonces, te darás cuenta de que tu vida no ha sido más que una minúscula gota en un océano infinito!Y sin embargo, ¿qué es un océano sino una multitud de gotas?”
“Tan sólo tres o cuatro veces en mis años mozos divisé fugazmente las islas de la Dicha antes de que se esfumaran en la niebla, en las borrascas, entre frentes fríos, vendavales y mareas en contra... Las tomé equivocadamente por la condición adulta. Di por hecho que serían una presencia constante en mi trayecto vital y no me preocupé de anotar la latitud, la longitud, la ruta de recalada. Maldito jovenzuelo idiota. Lo que daría ahora por tener un mapa inmutable de lo veleidoso e inefable... Por tener, por así decirlo, un atlas de las nubes.”
“Venga, hombre, ¿qué es un crítico? Un individuo que lee deprisa y corriendo, de manera arrogante pero nunca prudente.”
“No existe la posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro. [...] Si el hombre solo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto.”
“Aunque tardé mucho tiempo y tuve que recorrer gran parte del mundo para aprender lo que ahora sé sobre el amor, el destino y las decisiones que tomamos, la esencia de ese conocimiento me llegó en un solo instante, encadenado a una pared mientras me torturaban. De algún modo me di cuenta entonces, entre los gritos que llenaban mi cabeza, que incluso en aquella maniatada y sangrienta impotencia, seguía conservando mi libertad; la libertad de odiar a los hombres que me estaban torturando o de perdonarles. No parece mucho, lo sé, pero sometidos al dolor y al suplicio de las cadenas, cuando es lo único que tenemos, esa libertad es un universo de posibilidades. Y la decisión que tomemos, sea el odio o el perdón, puede convertirse en la historia de nuestra vida.”