“La sintonía es algo que tiene que ver con la música. O peor aún, con los circuítos. El amor, en cambio, es cuando no respiras, cuando es absurdo, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando es locura...”
“Cuando pierdes el tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tinen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es lo mismo...”
“[...] creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, estás convencido de haber encontrado la clave que te permitirá entender y enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece perfecto, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué responder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece...”
“Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando no tienes nada que perder, cuando...cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento: <>. Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tampoco tú. Desaparecer. Paf. Sin demasiados problemas, sin molestar.”
“… y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo”.”
“Cómo besa… Cómo decirlo…, ¡no sé cómo decirlo! Un beso lo es todo. Un beso es la verdad. Sin demasiados ejercicios de estilo, sin retorcimientos extremos, sin enroscamientos funambulísticos. Natural, lo más bonito. Besa como a mi me gusta. Sin tener que representarse, sin tener que reafirmarse, sencillo. Seguro, suave, tranquilo, sin prisa, con diversión, sin técnica, con sabor. ¿Puedo? ¡Con amor! ¡Dios mío! No, eso no. ¡Vete a la mierda, Step!”
“Tres metros sobre el cielo es una sensación que recorre tu cuerpo a 100.000 bytes por segundo, provocando una irrigación sanguínea que nutre el corazón hasta hacerlo bombear mil por hora. ¿Cómo lo sientes? ¿Por qué lo sientes? ¿Con quién lo sientes? Todo depende: una persona, las circunstancias, la experiencia...lo que es seguro es que son tus manos las que laten, tus ojos los que hablan, tus labios los que tiemblan y tu boca la que golpea. Esto es tres metros sobre el cielo. El momento en el que te sientes vivo. Un instante en que tomes la dirección que tomes ya nada volverá a ser lo mismo. Unos lo llaman amor, otros amistad y riesgo y unos pocos peligro, pero a mi me gusta llamarlo: la sensación vertiginosa que provoca el estar a tres metros sobre el cielo.”