“No puedo creer que nuestro sistema industrial sea el mejor modo por el que podamos vestirnos. La condición de los obreros se parece cada día más a la de los ingleses y no hay que sorprenderse, ya que, por lo que he oído y observado, el objetivo principal no es que la humanidad esté bien y honestamente vestida, sino, indudablemente, que las corporaciones se enriquezcan.”
“Quería salvarme de la droga que contamina el cuerpo y las venas y no de la otra, la que entra por debajo y por los ojos, la que se enquista en el corazón y lo corroe, la maldita droga que los más ingenuos llaman amor, pero que es tan nociva y mortal como la que se consigue en las calles envuelta en paqueticos.”
“Me considero a mí mismo un férreo enemigo de los derechos de propiedad intelectual por dos razones: la primera, por la diferencia que se acentúa cada día -mejor dicho: cada momento- y que nos divide en el mundo desarrollado y el subdesarrollado, el nuestro; la segunda, por mi creencia en la necesidad de que se abran todas las vías para que este pueblo al que pertenzeco adquiera la cultura y los medicamentos necesarios para combatir el binomio formado por la ignorancia y las enfermedades que han lacerado mi sociedad durante siglos.”
“Y esta es la verdad. Porque puedo tener solo dieciocho años, pero ya parece bastante obvio que el mundo se divide en dos grupos: los que actúan y los que observan. La gente a la que le suceden las cosas y el resto de nosotros, que solo medio perseveran con las cosas.”
“Todas las chicas tienen el corazón roto. Las carreteras están atascadas durante el fin de semana. Todo el mundo quiere estar lejos de donde ha nacido. Al menos el viernes por la noche. Los bares ya no dan dos por una y en esta ciudad tienes que ganar mucho para poder beber en el centro. Los camareros han enterrado sus sonrisas porque es viernes por la noche y la gente coge todo lo que brilla. Con o sin permiso. Las niñas bonitas siempre son las que están más tristes porque saben que hay más tipos dispuestos a hacerles daño. Las niñas feas se dejan ir y bailan toda la noche solas, o unas con otras y no tienen suerte ni atrayendo las desgracias. Los tíos con coche juegan con los dados trucados y los que tienen dinero nos están viendo a todos las cartas. Las madres no duermen en toda la noche porque saben que duele pero también saben que no hay nada mejor y no acaban de decidir qué es lo más peligroso. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos. Sé que no puedo esperar que estés siempre sola, lo único que te pido es que no te lo creas todo. No te fíes de los anillos de oro, ni de las carrozas de plata. Todos mentimos bien los viernes por la noche.”
“El problema es que el niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve [...] El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por lo tanto, la mayoría de las veces, es un ser «reblandecido por la televisión», adicto de por vida a los videojuegos.”