“Esos desaires no me quitan el sueño: no tengo que agradar a todo el mundo, sólo a quienes en verdad me importan, que no son muchos.”
In this quote, Isabel Allende reflects on the idea that she is not bothered by others' disregard for her. She highlights the importance of not seeking approval from everyone and instead focusing on those who truly matter to her. This sentiment speaks to the idea of valuing quality over quantity in relationships and not allowing the opinions of others to affect one's sense of self-worth.
In today's fast-paced and interconnected society, it can be easy to fall into the trap of trying to please everyone around us. However, Isabel Allende's words remind us of the importance of staying true to ourselves and focusing on those who truly matter in our lives. In a world where social media often encourages us to seek validation from others, Allende's message serves as a powerful reminder to prioritize our own happiness and well-being over the opinions of others. By embracing our authenticity and staying true to our values, we can cultivate deeper, more meaningful relationships with those who truly care about us.
"“Esos desaires no me quitan el sueño: no tengo que agradar a todo el mundo, sólo a quienes en verdad me importan, que no son muchos.” - Isabel Allende"
The quote by Isabel Allende emphasizes the importance of focusing our energy on the people who truly matter to us. This reflection invites us to consider the significance of authentic connections and the impact of valuing quality over quantity in our relationships.
Who are the people in your life that truly matter to you? How do you prioritize these relationships in your daily life?
Have you ever felt pressure to please everyone? How did you navigate this and focus on those who truly care about you?
Reflect on a time when you chose to invest more time and energy into a significant relationship. How did it positively impact your life?
How can you apply Isabel Allende's perspective to your own life in terms of focusing on what truly matters and not losing sleep over trying to please everyone?
“No heredé los poderes psíquicos de mi abuela, pero ella me abrió la mente a los misterios del mundo. Acepto quecualquier cosa es posible. Ella sostenía que existen múltiples dimensiones de la realidad y no es prudente confiar sólo en la razón y en nuestros limitados sentidos para entender la vida; existen otras herramientas de percepción, como el instinto, la imaginación, los sueños, las emociones, la intuición. Me introdujo al realismo mágico mucho antes que el llamado boom de la literatura latinoamericana lo pusiera de moda.”
“Escribo, ella escribió, que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria.”
“La mente es mucho mas interesante que el cuerpo.”
“Ni su pueblo ni su familia, que tanto lo amaban, lloraron su muerte, porque creían que el llanto obliga el espíritu a quedarse en el mundo para consolar a los vivos. Lo correcto era demostrar alegría para que el espíritu se fuera contento a cumplir otro ciclos en la rueda de la reencarnación, evolucionado en cada vida hasta alcanzar finalmente la iluminación y el cielo, o Nirvana”
“Mis más trágicos recuerdos se levantaron en furioso oleaje. Creía que después de pasar por la experiencia de perderte ya nada podía afectarme demasiado, pero la mínima posibilidad de que algo semejante le ocurriera al hijo que me quedaba, me volteó. Tenía un peso en el pecho, como una roca aplastándome, que me cortaba la respiración. Me sentía vulnerable, en carne viva, a punto de llorar en cualquier instante. En la noche, cuando todos descansaban, oía un rumor entre las paredes, había quejidos atascados en los umbrales, suspiros en los cuartos desocupados. Era mi propio miedo, supongo. El dolor acumulado en ese largo año de tu agonía estaba agazapado en la casa.”
“¿Todo esto es tuyo, abuelo?- Todo, desde la carretera panamericana hasta la punta de esos cerros. ¿Los ves?- ¿Por qué, abuelo?- ¡Cómo que por qué! ¡Porque soy el dueño, claro!- Sí, ¿pero por qué eres el dueño?- Porque era de mi familia. - ¿Por qué?- Porque se la compararon a los indios.- Y los inquilinos, los que también han vivido aquí siempre, ¿por qué no son ellos los dueños?”