“Una persona sin sueños es alguien tan pequeño... Tan pequeño, tan inútil... Da pena ver a una persona que sólo tiene lo cotidiano, la realidad de lo cotidiano. Es como un árbol sin hojas. Hay que poner hojas en los árboles. Pegarles un montón de hojas para que se conviertan en árboles altos y hermosos. Y si por casualidad hay hojas que caen, se añaden otras. Más y más, sin desanimarse... Las almas respiran en el sueño. La grandeza del hombre se cuela en el sueño. Hoy ya no respiramos, nos ahogamos. Hemos suprimido los sueños, como hemos suprimido el alma y el Cielo...”
“El sueño de la noche no nos pertenece. No es nuestra propiedad. Para nosotros es un raptor, el más desconcertante de los raptores: nos arrebata nuestro ser. Las noches no tienen historia. No se ligan unas a otras. Y cuando se ha vivido mucho, cuando ya se han vivido unas veinte mil noches, nunca sabemos en qué noche antigua, muy antigua, hemos partido hacia el sueño. La noche no tiene futuro. Sin duda, hay noches menos negras en las que nuestro ser del días vive aún bastante como para negociar con sus recuerdos.”
“¿O se trataba también de un sueño en una vida donde el sueño y la realidad están tan íntimamente ligados que inevitablemente uno acaba por triunfar sobre la otra?”
“La cabaña de una bruja es un objeto arquitectónico muy preciso. Exactamente no es que se la construya, sino que se va acumulando a lo largo de los años conforme se van uniendo las distintas áreas de reparación, como un calcetín hecho enteramente de remiendos. La chimenea se retuerce como un sacacorchos. El techo de paja y cañizo es tan viejo que pequeños pero robustos árboles crecen en él, todos los suelos hacen pendiente, y de noche cruje como un velero en una tormenta. Si al menos dos paredes no están apuntaladas con alguna que otra viga, entonces no es una auténtica cabaña de bruja, sino meramente el hogar de una vieja medio chocha que lee las hojas del té y habla con su gato.”
“En lo más profundo del prado, allí, bajo el sauce,hay un lecho de hierba, una almohada verde suave;recuéstate en ella, cierra los ojos sin miedoy, cuando los abras, el sol estará en el cielo.Este sol te protege y te da calor,las margaritas te cuidan y te dan amor,tus sueños son dulces y se harán realidady mi amor por ti aquí perdurará.En lo más profundo del prado, bien oculta,hay una capa de hojas, un rayo de luna.Olvida tus penas y calma tu alma,pues por la mañana todo estará en calma.Este sol te protege y te da calor,las margaritas te cuidan y te dan amor.Tus sueños son dulces y se harán realidady mi amor por ti aquí perdurará.”
“Quería salvarme de la droga que contamina el cuerpo y las venas y no de la otra, la que entra por debajo y por los ojos, la que se enquista en el corazón y lo corroe, la maldita droga que los más ingenuos llaman amor, pero que es tan nociva y mortal como la que se consigue en las calles envuelta en paqueticos.”