“El catálogo supone la disolución y el rechazo crítico de las reglas básicas, es decir, de los "órdenes", de los a priori, de las frases hechas, de las convenciones de cualquier origen y género. Nace de un acto destructor de la afirmación cultural, que induce a rechazar todo el bagaje de normas y cánones tradicionales, a recomenzar desde la raíz, como si no hubiera existido nunca un sistema lingüístico, como si, por primera vez en la historia, tuviésemos que construir una casa o una ciudad.[...]Catalogar significa sistematizar. Dejan de emplearse las palabras sin antes haber analizado a fondo su contenido. Además, a lo menos en un primer momento, se eliminan los verbos, los nexos, las maneras posibles de construir una frase.”