“Existe una forma específica de pensar llamada Alar —explicó Wilem—. Crees en algo con tanta fuerza que sucede”

“Para temer de verdad algo tienes que detenerte a pensar en ello.”

“Y la forma en que sujetaba el arpa entre sus piernas me hizo pensar en... bueno, en las cosas en que piensan continuamente los muchachos de quince años.”

“Yo siempre sería la persona a la que ella podía acudir sin temor a recriminaciones ni preguntas. Así que no intentaba conquistarla y me contentaba con jugar una hermosa partida. Pero siempre había una parte de mí que deseaba algo más, y por tanto siempre había una parte de mí que deliraba.”

“-Me miras con esos ojos verdes como si yo significara algo. No me importa que tengas cosas mejores que hacer. Me conformo con tenerte a veces. De vez en cuando. Sé que puedo considerarme afortunada por eso, por tenerte aunque solo sea un poco.”

“Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa, ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. Y a veces basta con eso. Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad... De pronto la historia que ella se cuenta a sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.”

“Una llamada de ayuda atrae a los depredadores como el olor de la sangre transportado por el viento.”