“Su voz es como una tormenta, y sus manos conocen todos los secretos ocultos bajo la fría y oscura tierra.”
“—Leo, amar es un verbo, no un sustantivo. No es algo que se establezca de una vez para siempre, sino que evoluciona, crece, sube, baja, se hunde, como los ríos ocultos en el corazón de la tierra, que sin embargo nunca interrumpen su curso hacia el mar. A veces dejan la tierra seca, pero discurren por debajo, en las cavidades oscuras, o ascienden y brotan, fecundándolo todo.-Mamá de Leo”
“Con sus ojos grandes y llenos de miedo, suavemente tira de mi mano y la pone ensu pecho sobre su corazón, en la zona prohibida. Su respiración se acelera. Sucorazón está bombeando un frenético, pulsante latido bajo mis dedos. No quita sus ojos de mí; su mandíbula está tensa, sus dientes apretados.Jadeo. ¡Oh mi Cincuenta! Me está dejando tocarlo. Y es como si todo el aire de mis pulmones se ha vaporizado, ido. La sangre está latiendo en mis oídos cuando elritmo de mi corazón aumenta para igualar el suyo.Él deja ir mi mano, dejándola en su lugar sobre su corazón. Flexiono levemente misdedos, sintiendo la calidez de su piel bajo la tela de su camiseta. Está sosteniendoel aliento. No puedo soportarlo. Intento mover mi mano.—No —dice rápidamente y pone su mano una vez más sobre la mía, presionandomis dedos contra él—. No.”
“La poesía cruza la tierra sola, / Apoya su voz en el dolor del mundo y nada pide / —ni siquiera palabras. / Llega de lejos y sin hora, nunca avisa; / Tiene la llave de la puerta. / Al entrar siempre se detiene a mirarnos. / Después abre su mano y nos entrega / Una flor, un guijarro, o algo secreto, / Pero tan intenso que el corazón palpita / Demasiado veloz. Y despertamos.”
“La verdad es un cuchillo afilado, la verdad es una llaga incurable, la verdad es un ácido corrosivo. Por esto durante los días de su juventud y de su fuerza, el hombre huye de la verdad hacia las casas de placer y se ciega con el trabajo y con una actividad febril, con viajes y diversiones, con el poder y las destrucciones. Pero viene un día en que la verdad lo atraviesa como un venablo y ya no siente más el júbilo de pensar o trabajar con sus manos, sino que se encuentra solo, en medio de sus semejantes, y los dioses no aportan ningún alivio a su soledad.”
“Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores. Una mujer es inevitablemente la historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquél, el único en que se es diosa. Una mujer es la historia de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado. Una mujer es siempre la historia de muchos hombres. Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza. Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior, para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.Pero también es la historia de una conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía.”