“En casa intenté con algunas indirectas que mis padres entendiera que ya era hora de que dejaran de decirme que si no me portaba bien Papá Noel no me traería nada. Pero cuando vi la mirada de pánico que mi madre lanzó a mi padre, lo dejé correr. No quería que se pusieran tristes. A veces hay que mentir a los padres para que estén contentos.”
“Angelo frunce el ceño y me mira con una expresión que espero, por la memoria de mi padre y la gloria de mi madre, que no sea de pena, porque entonces sí que me lo cargo.”
“Vi a mi padre aterrado, que era como si te quitaran el suelo de los pies.”
“Me acosté en su vieja cama, y miré por la ventana este árbol que probablemente era mucho más pequeño cuando mi padre lo miraba. Y pude sentir lo que sentía en la noche cuando se dio cuenta de que si no se iba, nunca sería su vida. Sería de ellos.”
“No quiero ser esa persona, así que paso la mayor parte de mi tiempo en la escuela fingiendo y mintiendo. Se necesita un gran esfuerzo para fingir algo que no eres. No pienso en la música que me gusta, pienso en la música que debería gustarme. Cuando tuve una novia, traté de convencerla de que era el hombre que ella quería que fuera. Cuando estoy en una multitud, me quedo en la retaguardia hasta que pueda encontrar la manera de hacerlos reír. Por suerte, si hay una cosa que se me da bien, es fingir y mentir.”
“Cuando tenía catorce años, mi padre me llevó a cazar con él, en Colorado, y maté a un alce. Lo hizo para que supiera lo que es quitar una vida, de modo que no dudara en hacerlo cuando lo necesitara. Te estoy diciendo esto ahora, de modo que sepas que no dudaré en matarte.(...) También quiero que sepas que no te voy a matar de inmediato. Pero vas a desear que lo hubiese hecho.-Amy”